Hoy quiero enseñaros un “truquillo” para que podáis daros días libres en vuestra dieta en los que podáis comer de todo, en la cantidad que queráis y sin ningún tipo de remordimiento. Ya sabéis que yo soy partidario de saltarse la dieta en ocasiones especiales, pero sé que hay mucha gente que echa de menos sus platos preferidos y que necesita comerlos de vez en cuando, así que este post va por ellos y espero que les ayude aunque sea un poco.
Siempre he sido extremadamente analítico y me gusta ver las cosas de 2 modos: de forma microscópica (analizando hasta el más mínimo detalle) y de forma macroscópica (viéndo lo que analizo como “un todo”). Sabiendo ésto, paso a explicaros un poco en que consiste el truco.
El truco para adelgazar
El truco consiste en dejar el suficiente tiempo entre día libre y día libre con tal de que sigas perdiendo peso. Lo explico con un ejemplo:
En mi caso en partícular tengo comprobado que, si dejo pasar 14 días entre día libre y día libre, soy capaz de perder 1,5 kilos. Es decir, imagínemos que llega un sábado y como lo que me dé la gana. Termina ese día y el próximo día libre me lo doy a los 14 días. Haciendo ésto, soy capaz de perder el peso que os comento. Esto sería la visión “macroscópica” de la rutina.
Ahora bien, ¿qué es lo que se tiene que cumplir durante esos 14 días para que pueda perder ese peso? Pues ahí entra en juego el análisis microscópico:
- Durante esos 14 días, tengo que llevar la dieta a rajatabla y no saltármela nunca (y cuando digo nunca significa que no me permito ni la más mínima porción de un alimento prohibido, sea cual sea).
- Durante esos 14 días, tengo que acudir al gimnasio entre 9 y 10 veces.
- Durante esos 14 días, tengo que salir a la calle a pasear durante 45 minutos entre 7 y 8 veces.
Sabiendo ésto, ¿qué remordimiento podré tener si llega ese día libre y como todo lo que me apetezca? –> Ninguno.
Un truco un poco chorra, pero efectivo
Sé que el truco puede parecer un poco “tonto”, pero quizás haya gente que no ha caido en esto. Utilizando este truco, puedes marcarte tú mismo el ritmo al que quieres perder peso. Puedes variar esos 14 días y que sean 10, 18, 23 … lo que te apetezca.
Haciendo ésto, puedes comer lo que quieras en tu día libre sin problemas, pues sabes que dentro de X días vas a estar X kilos por debajo de lo que pesas ahora siempre y cuando cumplas tu plan.
¿Y qué pasa si, durante esos días, tengo un compromiso?
Quizás tus compañeros del trabajo te inviten a comer o tus amigos quieran ir a cenar … No pasa nada. Símplemente come y cena sin remordimiento y vuelve a empezar de 0 dejando pasar esos 14 días desde ese momento hasta tu próximo día libre … Eso sí, procura que esas comidas o cenas no sean cada 3 días, porque sino no vas a cerrar un ciclo nunca !
Si eres una de esas personas que está a dieta y echa de menos sus platos preferidos, te aconsejo que encuentres tu “rutina alimenticia ideal”. Seguro que con ella tu pérdida de peso será mucho más llevadera
No hay comentarios:
Publicar un comentario